sábado, diciembre 01, 2012

Prólogo de Ingenio y Miserias 2

El siguiente es el prólogo que escribí para la novela Ingenio y Miserias 2: La imparable impunidad de mi amigo Eduardo Cirmi Obón.

Cuando hace ya más de un año leí la primera parte de “Ingenio y Miserias”, mi reflexión hacia el autor fue que, a mi juicio, había reflejado una de las raíces profundas de la crisis de nuestra sociedad: la perdida de la confianza en el otro.
Es que, a mi parecer, el sentimiento de confianza es uno de los elementos fundantes de toda relación interpersonal y de la sociedad en su conjunto. Sin confianza recíproca una pareja no puede hallarse a sí misma y desarrollar una relación amorosa. Sin confianza entre sus miembros, una familia se convierte en una asociación de conveniencia y una cárcel para el afecto. Sin confianza de los ciudadanos en las instituciones la República nuestra sociedad se convierte en un caparazón hueco que carece de objetivo colectivo e incapaz de inspirar valores superiores.
Creo que la confianza y el amor, están indisolublemente asociados. El amor nos lleva a entregarnos por el amado, descansando (confiando) en que el amado vela por nosotros. Es por eso que la ruptura unilateral de ese vinculo de confianza recíproca que se funda en el amor, puede conducir a sentimientos y reacciones tan oscuras como quizás nunca antes imaginamos.
Y los personajes de la primera entrega de “Ingenio y Miserias” estaban imposibilitados de confiar. Las dos parejas centrales (Luis y Norita, Jorge y Carla) y los amigos, se han dejado ganar por la rutina y la decepción y son incapaces de confiar entre sí. No tienen espacio interior para la reciprocidad.
Por eso todo es gris y frustrante, y se desbarranca sin solución  hacia el fracaso.
En una sociedad en crisis, en la que los individuos no pueden confiar en las instituciones, solo les queda refugiarse en la familia, la pareja o los amigos. Pero cuando esos vínculos han sido corroídos por la desconfianza, entonces solo les queda la posibilidad de apoyarse en sí mismos. De allí que el final de la primera entrega de esta novela sea inevitablemente trágico  y sobrecogedor.
El mensaje final de la primera parte es que si algo no cambia, no hay solución.
En la primera tabla del díptico de “Ingenio y Miserias” el autor nos llevó de la mano a través de una trama tecno-policial en un descenso a los infiernos casi desesperanzador. Pero por suerte ahora nos rescata con esta segunda tabla que es como la segunda pieza que completa el díptico.
Y nos rescata como era inevitable y necesario: desde la confianza y el amor.
Carla y Jorge crecen en los vínculos de confianza recíprocos, lo que les permite edificar una relación personal que los rescata y fortalece proyectándolos al futuro a pesar de tener que afrontar un entorno político de corrupción y disgregación. La clave de su resurgimiento desde la oscuridad es el acto inicial de confianza de Carla en Jorge, y la decisión de Jorge de corresponder con fidelidad a la mujer que ama.
La historia de Luis y Norita es más compleja, pero resurgen del desastre y caminan al reencuentro a partir del momento en que Luis deposita su confianza en una humilde desconocida y su hijo; y que Norita se respalda en lo poco que puede ofrecerle una compañera de cautiverio.
Todos descendieron a los infiernos en su experiencia personal en distinta forma, todos resurgen y pueden encontrar una luz de esperanza en una sociedad disgregada y amenazante de la mano del amor contruido sobre la base de la confianza recíproca.
¿Cómo es posible sobrevivir en una sociedad individualista y en disolución, en un Estado corrupto?
La respuesta del autor es simple y, a mi juicio, muy acertada. Sólo se sobrevive reconstruyendo los vínculos interpersonales de pareja y familia, cimentándolos en la confianza recíproca de modo que consoliden relaciones de amor que nos permitan proyectarnos personalmente.
“Ingenio y Miserias” es una única obra en dos entregas. Un díptico.
Quien lea sólo la primera parte, conocerá la mitad de la historia y quedará sumergido en un pozo oscuro y sin esperanzas. Quien lea sólo esta segunda tabla del díptico, recibirá un mensaje de amor y confianza que podría parecer sin la solides y sustancia que en realidad le ha dado el sufrimiento.
Ningún pozo es suficientemente profundo y oscuro si nos rescatan con amor de la mano de la confianza. Pero los sentimientos de amor y confianza se vuelven simples ilusiones si antes no son probados en el crisol de la fidelidad y la perseverancia.

Oscar Gerometta.
Agosto de 2012.

Ingenio y Miserias 2
La imparable impunidad.
Eduardo Cirmi Obón.
Ediciones EduBook

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