jueves, febrero 10, 2011

Aprendizaje 2.0

Este artículo ha sido publicado en el sitio web de IT College,
el 10 de febrero de 2011

Cuando despuntaba el siglo, hace 10 años, muchos hablábamos de un nuevo modelo de aprendizaje en el que el alumno es el centro del proceso. Internet ya había impactado en el modo de enseñar y aprender, y planteábamos un modelo de enseñanza en el que se ponen en juego múltiples herramientas (manuales, contenidos en línea, laboratorios remotos, bibliotecas de consulta en línea, asistencia remota de Instructores, clases presenciales, sistemas de evaluación on-line).


En el modelo de aprendizaje de hace 10 años el alumno es el centro de un proceso a través del cual, con la asistencia de un docente capacitado en las nuevas tecnologías, se adquieren conocimientos que cada uno construye de modo holístico. Ese alumno es un centro activo respecto de la construcción del propio conocimiento, pero pasivo respecto de la generación de contenidos. Todo le es entregado. 


Este modelo responde a lo que algunos llaman la web 1.0, una red de intercambio de información fascinante (la infraestructura de comunicaciones de uso público, más grande de la historia de la humanidad) pero unidireccional: los autores publican contenido que es consultado, estudiado o analizado por los Internautas. 


A mediados de esta primer década del siglo el modelo de comunicaciones de Internet ha comenzado a evolucionar hacia lo que llamamos web 2.0. Un modelo participativo y bidireccional que es caracterizado por 4 pilares: la apertura, la interacción entre pares, el acto de compartir y la actuación global como ámbito de gestión. 


Esto está cambiando todos los paradigmas del modelo enseñanza-aprendizaje. Ahora un alumno, al mismo tiempo que aprende, puede volcar sus experiencias, descubrimientos, reflexiones en herramientas como los blogs o las redes sociales. 


Estas herramientas le permiten interactuar con otros pares y con sus docentes de modo que todos se enriquecen recíprocamente. Los viejos foros han evolucionado a redes sociales con gran nivel de interactividad y multimedialidad; las páginas web estáticas evolucionan a sistemas dinámicos de administración de contenidos. Están apareciendo y cada vez son más eficientes las herramientas de tipo colaborativo que permiten que personas en diferentes puntos del planeta interactúen para el desarrollo de contenidos, código de programación, etc. 


A mi juicio, esto puede que de lugar a un nuevo modelo de aprendizaje, que bien podríamos llamar también e-learning 2.0, algunas de cuyas características me animo a enunciar provisoriamente así: 
  • Como el modelo precedente, el alumno sigue siendo el centro activo de construcción del conocimiento. El objetivo no ha cambiado. 
  • Pero ahora el alumno ya no es pasivo respecto de la generación de conocimiento, sino que se convierte en parte activa de la generación de contenidos a través de las herramientas colaborativas de segunda generación. 
  • Al universo de recursos disponibles para la búsqueda e investigación de información ahora se suman los contenidos producidos por sus pares, y las repercusiones que provocan en sus pares los contenidos por él generados. 
  • El docente deja de ser un productor unidireccional de conocimientos para ser él también receptor del resultado de su acción en sus alumnos y quienes se relacionan con él. 
Nada de esto es nuevo para los que trabajamos en educación. Los diferentes niveles de interacción entre docentes y alumnos siempre existieron. Pero lo que sí es nuevo es el impacto que esta interacción adquiere a la luz de las nuevas herramientas. Y esto impone, a mí modo de ver, un conjunto de desafíos: 
  • Los altos niveles de interacción y la amplia variedad de fuentes de consulta disponibles exigen ahora más que nunca educar para reconocer lo verdadero, lo valioso y lo útil. En un mar de miles de millones de insumos educativos debemos aprender a distinguir claramente lo verdadero de lo falso, y a seleccionar lo que mejor colabora a nuestros propósitos. 
  • El rol docente comienza a redefinirse. En un universo en el que la información es lo que abunda, no es necesario ya un docente que sea fuente autorizada de información sino que se requiere un guía que oriente y acompañe el camino de búsqueda y adquisición del conocimiento. Nuevas herramientas requieren nuevas metodologías y nuevos roles. Ya no debemos enseñar la verdad tanto como enseñar a encontrar la verdad. 
  • Pero es fundamental redefinir también el rol del alumno. Una metodología de aprendizaje 2.0 tiene sentido solamente cuando el alumno cambia su rol pasivo de receptor de conocimientos, por una mucho más activo de artífice de su propia formación personal. De nada sirve que tenga herramientas y posibilidades si se mantiene en una actitud pasiva respecto del docente. 
Las herramientas están apareciendo y perfeccionándose cada día. Pero es preciso que quienes utilizamos esas herramientas reformulemos nuestros roles y modos de trabajar para poder utilizarlas de modo eficiente y que sean impulsoras del progreso antes que obstáculos que conducen al fracaso. 


Muchas veces temo que las herramientas a nuestra disposición evolucionan a una velocidad y un ritmo que no somos capaces de sostener desde nuestro trabajo de todos los días. Es por esto que creo fundamental no sólo buscar docentes 2.0, sino también reconvertirnos a alumnos 2.0



Las notas sobre aprendizaje 2.0 publicadas:
  1. Aprendizaje 2.0 
  2. Notas para un Docente 2.0
  3. Tool Box para un aprendizaje 2.0
  4. Notas para un Alumno 2.0
  5. ¿Es posible un proyecto de e-learning 2.0 en América Latina?
  6. El mundo de la empresa y el e-learning 2.0

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