jueves, octubre 29, 2009

La tecnología y el "gobierno electrónico"

Hace ya un tiempo, durante el debate de la Ley de Medios Audiovisuales en el Parlamento de nuestro País tuve un momento de sorpresa, desconcierto y enojo cuando un funcionario del Poder Ejecutivo manifestó que se había retirado del tratamiento de la Ley el tema del triple play "porque la sociedad aún no estaba lista para ese debate".
Mi malestar tuvo en ese momento un doble origen. En primer lugar el triple play no sólo existe en el mundo y es una tecnología ampliamente disponible, sino que en nuestro propio país hay empresas que ofrecen servicios de triple play. Consecuentemente, la Ley es obsoleta aún antes de que haya sido aprobada pues no contempla lo que muchos conocemos como una realidad cotidiana.
En segundo lugar, porque más allá del hecho manifiesto de que la sociedad ya está utilizando el triple play, aún cuando no fuera así, interpreto que es responsabilidad de los funcionarios tener una actitud proactiva ante el cambio y el advenimiento de nuevas tecnologías para poder de esta forma encauzar, propugnar y facilitar el desarrollo tecnológico, cultural y educativo de la sociedad. Es responsabilidad de nuestros funcionarios preparar a la sociedad para el cambio, liderar el cambio; no esperar que el cambio ocurra para luego actuar sobre las consecuencias.
Pero esto de la tecnología y los funcionarios se me ha complicado más ahora. De acuerdo a lo publicado por el diario Clarín el miércoles 28 de octubre (ver nota "La ONCCA tenía un sistema paralelo para ocultar subsidios a feed lots", Diario Clarín, 28 oct 2009), el organismo oficial responsable de haber distribuido 1577 millones de pesos argentinos en subsidios mantiene el registro de la asignación de esos subsidios utilizando "un sistema informático especial desarrollado" que consiste en una "planilla Excel" y una "base de datos Access".
No es que dude de las prestaciones de ambos productos (personalmente hago uso de ellos también), pero si una hoja de cálculo y una base de datos simple como las mencionadas constituyen todo el sistema informático que permite a un organismo oficial controlar, administrar y verificar la adjudicación de subsidios por más de 1500 millones de pesos en toda la extensión del territorio argentino, tengo la impresión que es un proceso de muy bajo nivel, tecnológicamente hablando.
Sería de esperar, que considerando las herramientas que actualmente contamos en el ámbito de tecnologías de la información, los funcionarios estuvieran preocupados por transparentar sus acciones y aprovechar la tecnología para rendir cuenta a los ciudadanos (que en última instancia somos los mandantes en un sistema republicano y democrático) respecto de la utilización de los fondos fiscales. Pero en este punto es más eficiente la antigua burocracia de papel, que este "sistema informático" que no es capaz de responder a la pregunta básica de quién ha eliminado la información de alguno de los beneficiarios.
La pregunta que se me ocurre hoy es si la anunciada asignación universal a la niñez también será realizada sobre la base de información que proporciona una hoja de cálculo, o si en su defecto se prevé un sistema informático adecuado al grado de desarrollo tecnológico que tiene nuestra sociedad, y que merece en vista a su inserción en la sociedad de la información.

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