domingo, septiembre 16, 2012

Reflexiones sobre la ciudadania

En Argentina, de la mano de un nuevo proyecto de ley, uno de los temas que entra en discusión es la posibilidad del acceso al voto para extranjeros.
Desafortunadamente, como en muchos otros casos, el intercambio de opiniones se tiñe con la descalificacion personal y no siempre esta dominado por la reflexion (al menos en el ambito de los medios de comunicacion). Pero personalmente creo que es una nueva ocasión para reflexionar sobre la República, y las bases de nuestras instituciones.
En su origen la República (Argentina adoptó formalmente en 1853 esta forma de gobierno) ha sido concebida como una  alternativa a la monarquía y a la aristocracia, y una reacción contra el absolutismo.
En la República no hay gente destinada por su nacimiento a gobernar. La idea de heredar el poder repugna a la República. Todos son responsables del gobierno de la República, y ese todos esta constituido por los ciudadanos. La unidad básica de constitución de la República es el concepto de ciudadano, ya no hay nobles y plebeyos sino ciudadanos de la República. Todos ciudadanos por igual.
Bueno. La verdad es que en sus orígenes el "todos por igual" no era tan igual. Algunas sociedades consideraban ciudadanos, por ejemplo, a los adultos varones nacidos en el país y que ejercían el comercio o alguna profesión. El concepto de ciudadanía no era tan universal como tendemos a considerarlo hoy.
Con el paso de los años y la maduración de las sociedades occidentales, también fue madurando el concepto de ciudadano para incluir también a las mujeres, y a aquellos extranjeros que deciden adoptar una ciudadanía por opción y no por nacimiento.
Lo que si ah sido claro desde el inicio, es que a la República la constituyen los ciudadanos, y que con esta categoría de ciudadano devienen conjuntamente obligaciones y derechos. El ciudadano es y debe sentirse responsable del estado actual y futuro de la República. Debe, y por lo tanto tiene derecho a, involucrarse en la decisiones que hacen a los temas de interés público. Un caso particular de esta obligación y derecho es el ejercicio del voto para elegir a las autoridades responsables de la gestión publica.
Desde esta perspectiva, ¿quienes tienen derecho al voto? Aquellos que tienen la responsabilidad de involucrarse en el desarrollo de la República, y que por lo tanto tienen el derecho a participar en la toma de decisiones.
El voto no es la mera expresión de una opinión o un simple aporte de ideas. Es un compromiso firme con el desarrollo de las cuestiones públicas y el Estado; no es un simple acto que ocurre en un momento y luego nada, sino una manifestación puntual de un compromiso que debe ser previo y sostenerse en el tiempo.
Creo que reducir el voto a un derecho que se ejerce puntualmente y de modo periódico es banalizar el concepto de ciudadano, una banalización que peligrosamente nos desliza hacia los margenes del absolutismo en el ejercicio del poder que la Republica intenta alejar.
El voto es una expresion del derecho a participar en la gestion publica de quienes antes se han comprometido con la República. Es decir un derecho exclusivo del ciudadano.
En mi manera de ver el tema, ¿debiera un extranjero tener derecho a votar?
Yo creo que no.
Creo que un extranjero tiene derecho, si así lo desea, a involucrarse con la República y solicitar la ciudadanía; y entonces sí, en cuanto ciudadano, ejercer el voto. Pero si no desea involucrarse, si no solicita la ciudadanía, aún cuando haya residido en un país la mayor parte de su vida, no tiene derecho porque no acepta las obligaciones.

Etiquetas: